lunes, 7 de noviembre de 2011

" Cuando yo, mascota, tenga derecho al sufragio universal..."



Soy un perro de lo más canino. En su momento un peluche color canela de dos meses (que no es porque yo lo diga...ejem) de lo más mono...Mi vida doméstica empezó en mi lucha con un samoyedo de tres meses que me triplicaba en altura por el pienso, ese de "a peso", que ponian de lo peorcito en las tiendas de animales.

Un caniche medio soy...¡ vamos ni chicha ni limoná!. No soy ese perrito lanudo enano que muchos dueños  llevan de bolso (este año está de moda) ni tampoco el gigante caniche que parece casi una oveja merina. En cualquier caso ,observaba a través de una pared muy dura y peligrosa ( me pegaba cada tortazo contra ella), un montón de seres de "a dos patas" que ni  idea como se mantenian en pie , algunos más lanudos que yo y otros muchos, con pelotas lisas con ojos móviles de lo más inquietantes. Me destrozaban los tímpanos otras criaturas que abrian unos agujeros enormes casi a la altura de mis ojos emitiendo como sollozos chillones aporreando con sus "colas con ramitas" (juraría que tenian dos, como mínimo) esa pared que nos separaba tan extraña.

El samoyedo de marras junto con una chiuaua minimalista, imponian su ley y nadie, os repito, NADIE nos ofreció igualdad de condiciones a pesar de la raza y del sexo. Así que tuve que imponerme a base de empujones y trabanquetas y algún que otro gruñido-ladrido , por supuesto que les enseñé las encias con mis incisivos incipientes. Y gracias a esta heroicidad (casi la misma que la de dos políticos cuando se encaran para decir lo mismo con diferentes palabras y confundir al personal)  ,me aseguré ser el lider de un partido político-social-familiar....juasssss!!!

Os cuento. Nada admira más que ver un héroe partirse el pecho sin miedo a morir...Asi me vió a través de la pared extraña esa, un ser lanudo , alto de dos patas con medias pelotas y dos colas (después comprobé) afiladas. En estas que estaba en lo mejor de la lucha y  "una cola con ramitas" me coge por el pescuezo, hecho que me hizo girar mi cuello 180 grados respondiendo fuertemente con mis incisivos...No pude soportar el ladrido gordo de la "cola con ramitas" que...oh, encima ladraba!!!. Dos colas con más ramitas intentaron tocarme el lomo....Ah, no !!!... Por ahí no paso!!!...Y entonces la ví y ...¡¡¡ ME ENAMORÉ!!!.!!! Y me entró un vértigo que te cagas....!!!. No sé si fue por la carita de trenzas lanudas y ladrido suave o por la altura en la que me sentí abrazado por sus dos colas con ramitas.El caso es que sin que nadie me votara, me sentí lider absoluto en el que sería mi nuevo partido-hogar.

Sin normas institucionales, sin criterio, sin disciplina...levantaba la pata y hala, meera que te crió...la carita de trenzas lanudas me animaba con sus grititos alegres a seguir meando por todos lados, en libertad. Pero el ser de dos patas lanudo y alto, de medias pelotas, ladraba tan fuerte que daba miedo...Yo me escabullia con el ser pequeñito de trenzas  aliándonos, en complot, contra el ser alto que bramaba y bramaba pero.....¡¡¡juasssss....no mordía!!. Eso lo sabiamos  porque siempre teniamos que comer y que beber, durmiendo calentitos despues de hartarnos, de un tirón.

Hasta que por votación familiar (y yo no pude votar) se decidió acotar mi libertad por la noche atándome a la pata de la mesa. También se decidió que cada vez que meara sin ton ni son,  me amorrarian al orin y que me cantarian las cuarenta, primero alegre y cariñosamente y después con algún que otro zapatillazo (que las protectoras no pongan el grito en el cielo, esto es ficción, ¿eh?). Decidieron que no podría subir al sofá (algo que poniéndome a dos patas, como ellos, me he ido saltando); si venía una visita votaron que debía quedarme sentado cuando me decian "Seu" ( y no d´Urgell, no) porque casi siempre saltaba como un loco asustando al personal. Votaron quien debía sacarme a mear por la mañana y por la noche (cosa que cuando llueve es imposible que puedan hacer, soy alérgico al agua, un perro de aguas como yo....juassss!!!) y que, por supuesto, no estaba permitido subir a la cama mullidita de la carita de trenzas lanudas que gruñia como yo  (a ella tampoco la dejaban saltar en el sofá)...ufffff!!!!

 Así que, visto lo visto,  he decidido con mis congéneres caninos de toda la finca montar un partido guaupolitico donde se puedan reconocer nuestros derechos de voto doméstico-familiar. Porque lo que queremos, perros de nosotros, es levantar la pata cuando deseemos, comer la comida de la olla mejor que ese pienso insulso y dormir a la pata suelta en la cama de 140 con nórdico del Ikea...

Y es que...¡¡¡VIVA LA REPUBLICA-GUAU INDEPENDIENTE DE MI CASA!!!

3 comentarios:

  1. Esos derechos los quieren hasta lo no-perros, sobre todo lo de dormir a pata suelta y sin despertador. Puedo renunciar a lo de levantar la pata....ja, ja, ja,
    Besitos.
    Chari.

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  2. Sorprendente relato de la vision del gua, un lujazo el leer tus relatos ,un seguidor
    Un gua besote.

    Albert "viva zapata"

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  3. Guau guau, alzo patita, piiiiisssss, grrrrrrrr.

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