domingo, 25 de agosto de 2013

"A 19 nudos y medio..."



Si no tienes un plano al principio (es decir, los 4 primeros días) es difícil que encuentres a la primera tu camarote. Con eso de la proa, la popa, estribor y babor nunca sabes si vas para arriba, para abajo, al lado y que lado. Mi referencia era en la cubierta 3 el Hall de ascensores de vidrio. Después de dar varias vueltas al susodicho, sino me iba a comer a El Guadiana-restaurant no tenía más remedio que ir para el otro lado con cuatro ascensores y aquí me guiaba por un cuadro de flores que descubrí que había el mismo en cada planta pero en diferentes lugares…argh!!!. Me pasé parte del crucero intentando averiguar donde estaba el camarote de los Hermanos Marx, nada de gimnasio ni ná. Cuando quería ir a la cubierta 11 de la piscina y el bufete acababa subiendo por las escaleras y cuando estaba en el bufete a primera hora de la matina el problema era encontrar la salida de los ascensores, siempre me iba a la piscina…arghh!. 

 Sugiero a los de la Agencia o a la Naviera que no estaría demás que nos instalaran un Gps camarotil en la Tarjeta Polifacética indicándonos el camino: “Boba, no es por ahí…Caliente, caliente que te quemas. Chiquilla ¿qué no ves que estás en El Duero y no en el Guadarquiví?”.

Los encuentros  antes de la excursión del grupo multitudinario eran en una disco de la cubierta 8. Si estabas en la cubierta 11 bufeteando solo era bajar y dar vueltas hasta que encontrabas un pasillo muuu largo con  recovecos varios, después de haberte ido al revés varias veces (no me preguntéis si a proa o popa). Pero si estabas en El Duero-restaurant que era la cubierta 4 donde te habías puesto las botas con tanto embutido, pastita y café tenías que subir a la cubierta 8…A ver quien era el guapo de encontrar un ascensor para ir arriba, no te quedaba otra que  hacer piernas.
El problema era si el café hacía secuelas en tus intestinos, tu camarote en la cubierta 3 y estando ya en la 8 te hablaban en aramés los retortijones así que venga otra vez para abajo…Dioooo!!!. Listillos ya sé que pensáis, como para buscar un lavabo común en alguna cubierta ascensoril para mi que los mamparos del barco se cerraban y abrían cambiando de lugar como en Hogwarts del Harry Potter.

Y con el simulacro de naufragio, como para naufragar . Una pechá a reir que pá que. Unos con el chaleco al revés otros la cintura no les daba para más. El de allá que no sabía a que cubierta ir y una vez en cubierta a dar vueltas como locos para que después un amable oficial en italiano más bueno que el pan te dijera que esa cubierta no es la tuya (y tu bola con chaleco y un glamourrr). Calor, un calorrrr achicaharrante, nadie se aclaraba venga esperar y toos ahí con volumen doble en cubiertas varias sin poderte ver ni los pies, problem después pá bajar por las escaleras lo mesmo pá subir…Menos mal que yo llevaba mi kit de supervivéncia en caso extremo, nada como mi maleta-Lipling- balsa con led incorporada y mando antisumergimiento.


Las siete y cuarto, las ocho o las diez de la matina. Daba igual, habitualmente descuajaringaos todos en la disco de la cubierta 8 esperando que nos dieran la salida con el numerito de transporte marcaos cual ternero espera matadero. ¡ Esperas eterrrrnas!. Y cuando nos dan la salida…enga, a bajar escaleras porque de la 8 a la cubierta 1 te diré,como una visita turística del barco de proa a popa o al revés siempre pasando por El Casino. Con el ticket de la excursión en la boca y la tarjeta polifacética además del numerito de ternero degollao. Ahora sabemos porque han tardado tanto en darnos la salida. Mar de fondo en el fondo, la pasarela del trasantlántico subía y bajaba que solo con mirarla la gente cogía tortículis y unos barquitos-lancha que nos llevarian a puerto en un santiamén pero blancos como el papel, tanta biodramina pá ná. Lo gracioso era lo “marineros” que nos sentíamos en una barca como la de Blanes a Lloret de Mar, cerrabas los ojos y pensabas que ibas de pesca más que de crucero. ¡Ilusos!

Éramos como 210 o así repartidos en autocares con nuestro guia pertinente. Los viajecitos en este bólido, rápido como la centella eran de hora y media ir, hora y media volver así que nos daba tiempo sobrado para cantar, dormir, roncar y posicionarnos sublimemente en nuestro asiento como verdaderos contorsionistas, más que nada para calentar músculo y no perder tono dada las caminatas que sabíamos nos derrengarían más tarde. En estos ir y venir aprendí  a manejarme como fotógrafa experta en movimiento y es que, “…A la derecha veran Uds…”hala, a lanzarse contra la ventana de la derecha por encima de un ñero/ñera que como tú afianzaba su meñique contra el vidrio, cámara en ristre y zas…¡Magnífica farola de Florencia, poste de luz romanino o matojo de la Côte Azur ¡. Si, señor, mis mejores fotos y exclusivas de verdad. “…A la izquierda, a lo lejos el Coliseummmm”, eso sólo llegue a ver el “….ummmmm” pero tuve suerte y en la foto sale, el vidrio, el trocito de la calle y, al fondo ¡Oh, Cesar! ¿será eso el Coliseummmm?.

 En fín, llena de moraos en las pantorrillas tanto derecha e izquierda porque el conductor cuando ya cogía la posición de disparo aceleraba pie a fondo comiéndome además la limpísima tapiceria del autocar. Eso sí, desde entonces mi equilibrio ha ganado muchos puntos.



                                                                                                                                         CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO CRUCERO EN LA BAÑERA DE MI CASA...           

sábado, 24 de agosto de 2013

"A 19 nudos..."




 ¡Estás loca ¡ - me decían algunos melindrosos- ¿Cómo se te ocurre cambiar tierra firme por una bañera construida en el 88, todita rodeada de mar?. Y yo con sonrisa de medio lao: “ Pero si voy de lujo, oye. No haré huevo, además el camarote mini es como cuando me iba de caravana y a las malas me encomiendo al Dicaprio y Santas Pascuas”.

  Como una niña con zapatos nuevos. A lo sumo he ido en La Golondrina de Barcelona y alguna barcaza pequeña con patines de la playiki pero eso de ir como en “Vacaciones en el mar” me sentía como si…¡Demonios, como si fuera Daisy, la vaca clonada y la verdadera yo, observando todo desde las alturas!.

 Un grupo de congéneres nos reunimos casi un mes antes del viaje, de cena y nuestras caras de poker, esto Hola ¿qué tal?. Yo soy aquella de la foto del Face, la Pepa. ¿Qué no me reconoces? (foto medievo cachis con la papada…arghhhh!!). Nos costó, la verdad pero nos hicimos a nuestras caras y a nuestras poses de ese día.
 Después el alcohol (moderado, ejem) y el bailoteo, ayudó bastante. Aunque la oscuridad de la Disco hizo más, ocultó un poco ese miedo a ¿Estaré bien? Tu natural como el pan Bimbo, sin artificios. ¿No se me caerá la copa y la liaremos? ¿Mi olor será perfumáo ? Y disimuladamente... hala, a olerse el sobaquillo…¡ Dioo, qué forma de sudarrrrr !.

Y todos a  la terminal del “trasantlántico” que no era la “A” sino la “B”. Y mira que ibamos superpreparados con los planos del puerto, punto por punto. Tanta organización, tanta organización y zas...dos mil y pico personas todas preguntándose unas a otras “¿Tienes bolígrafo?”. Mi BIC cotizaba más en esos momentos que las bragas de la Duquesa de Alba, se necesitaba (el boli) para rellenar datos más o menos congruentes. Tuvimos que esperar a medida que nos ibamos encontrando en la cola, con sonrisa nerviosilla y temblorosa…ainsss!!!. Too controlao te dan Tarjeta Polifacética:  Abre-camarotes y Esoquiero-peronodebiera. Sé de ALGUNAS que utilizaron como 6 tarjetas o más ya que se desmagnetizaban con facilidad, seguramente por lo del Triángulo de las Bermudas.

Ahí está majestuoso, el barco de marras y la primera foto con cara de novata con un salvavidas y un ancla como compañeros silenciosos. La menda iba sola y sin conocer a mi compañera de camarote para ponerle todavía al viajecito más intriga. Y…¡Oh, voilá! Too enmoquetao tipo hotel y ya pasas por una ranurita a la “polifacética” y  ¡Zasca…mayordoma te spraya en toos los morros (dada mi altura de metro y medio) con un desinfectante o vete tu a saber. Eso era algo habitual cuando ibamos y veniamos de excursión derrengaos que mejor hubiera ido un lingotazo de reconstituyente tipo Anis del Mono y un massage en los gemelos a poder ser.

Y ahora en busca del camarote perdido...










                                                                                                                                                                                                                                                                                               CONTINUARÁ...