domingo, 23 de febrero de 2025

“QUERIDO DIARIO JOSEAN…”

 

Hace mucho tiempo escribía un diario con nombre. Era como si dirigiéndome a alguien de confianza, las palabras, siempre imprecisas e inexactas, fluyeran; sellando la rabia, la pena, el dolor o el olvido.

Por equilibrio mental, vuelvo a ponerlo en mi mercado personal.

Querido diario Josean,

No es una noche cualquiera. Cuando el miedo me atenaza, los intestinos duplican su longitud, las costillas no dan abasto y el corazón se me pone por corbata.

Así me siento. Miedo. ¿A qué tienes miedo?¿A quién demonios puede importarle? El rollo de víctima no me va pero ¿alguien puede entender que una puede estar igual de sola acompañada que sola, solísima por decisión propia? ¿Realmente ha sido la mejor opción? ¿O era mejor seguir “medio acompañada que no entera” por aquello que dicen “que no se puede tener todo”?

Después de una larga relación, una se cree que el congénere te entiende, sabiendo lo que te mueve y lo que no. Hasta una se cree que cuando se vacía diciendo lo que te rompe por dentro, el susodicho estará ahí escuchándote, asimilando e incluso arriesgando a dar ideas al respecto, algún consejo y, a poder ser, con cierta mirada empática….¡Demonio, algooooo!

No sé si lo que más me cabrea es no haberlo visto a tiempo o el no haber hecho caso de mi intuición y haber desaparecido mucho antes.

Desgastada, ninguneada, incomprendida como Calimero. Ya salió la víctima.

 Estoy entre el sentimiento de no haber hecho lo suficiente o que al haberlo hecho, no ha servido de nada.

¿Pero por qué me he de sentir culpable? Sopesé todo. La apatía que me corroía, la tristeza de mirar al otro y no sentir la conexión sagrada, el beso de la mañana que no me sabía ya a nada.

 El desamor avisa y la sociedad manda, incluso en tu hogar, en tu casa. “Si se os veía tan bien” “Hacíais tan buena pareja”  “ Era tan atractivo, encantador y caballero” “Además tú no tenías problemas de esos de que no ayudaba en casa” “Siempre te regalaba flores, bombones y cava” ¿Dónde vas a encontrar una joya así?…”

¿Y por eso tengo que quedármela, yo que no soy de joyas, ni de apariencias? O puede que durante mucho tiempo, si he sido una hipócrita aparente, todo era tan Disney… Pero no. Una se va pudriendo como una manzana hasta que ya no le queda ni el corazón.

Después están esas frases que te recuerdan que “Tú al menos has vivido en pareja, has arriesgado, han habido momentos sublimes y que te quiten lo bailao”

A lo mejor por esa nostalgia, ¿una debía de haber seguido con el congénere? Al fin y al cabo ¡cuántas parejas están así por ello! “A falta de pan, buenas son tortas” o “Más vale malo conocido que bueno por conocer”

En mis pensamientos repetitivos y continuos, intento convencerme que soltar, dejar ir, debería de ser un ejercicio temporal y natural como la vida. Sin resentimientos, sin rabia… Aunque como soy tan humana instintiva animal, no puedo, ni quiero evitar sentir, sentir y ¡Arghhh…Sentir!

Nos creemos tan eternos, tan inmortales… Con el derecho de jugar con eso que llaman AMOR, obligándolo a perdurar en un tiempo que no nos pertenece.

Querido diario Josean… ¡Gracias por el desahogo, leerme, escucharme y no dormirte en el intento!

* Todo parecido con la realidad es pura ficción.

 

 


domingo, 16 de febrero de 2025

“ESA TUERCA NO VA AHÍ…”

 


Todos  rememoramos olores que rozan la pituitaria y catapultan un recuerdo. Abrir un cajón, el de la cómoda del recibidor y el olor a herrumbre de las herramientas de mi padre, corrobora que en todas mis casas nómadas ha existido un cubículo idéntico.

Cuando me ronda una difícil decisión- de esas que te puede cambiar la vida en un santiamén-, tocar el martillo pequeño, rebelde, de cabeza ligera y huidiza, al mínimo golpe… No hace otra cosa que confirmarme la insoportable levedad del ser*.

Pepi, dame otra tuerca, anda”. Y yo buscando una tuerca inexistente, entre ciento de hexágonos oxidados, requeteusada en vidas anteriores. En todas ellas, ese hueco labrado en espiral habría intentado encajar en su tornillo pertinente.

Tuerca ancestral me siento. No encajo. Ya quisiera. Cuando me chirriaban las espirales, un poco de aceite y…¡ Auuu! A seguir. Hasta que tu hogar hace aguas y ya no hay tuerca de acero que lo salve.

¿Cuántos golpes de tuerca  has intentado forzar a lo largo de tu vida?  

 

 

*”La insoportable levedad del ser”, exquisita novela de Milan Kundera, ambientada en plena Guerra Fría (Praga, 1968) narra la incertidumbre, paradoja y contradicciones  que nos regala la vida a través de las vidas entrelazadas de cuatro personajes y su compleja historia de amor.

 


lunes, 10 de febrero de 2025

“MI METAVERSO”


Escuchando a YIRUMA o Yurima (soy disléxica y a todo le doy giros) marcando redobles hasta dónde no los hay. Ha sido una semana de  “Ayyy” en el corazón y en el alma. Sin querer ser melodramática o…¡Qué demonios! Siiiii, ya tocaaaaa.

En mi METAVERSO, saco recoge-emociones, es dónde rebota la mirada sensible con dedos temblorosos, sujetos a un papel de trazos infantiles de un Eduard Sola (Goya al Mejor Guión 2025 de la “Casa en Flames”) dignificando a todas las Madres de este nuestro mundo.

Ahí también se encuentra la alegría sincera y saltarina, del impeterno - hermoso palabro del esperanto- niño curioso, Salva Reina (Goya al Mejor Actor de Reparto 2025) como Felipe, amigo de Manolo Vital en sus luchas vecinales en “El 47”.

Aítana Sanchez- Gijón y sus ojos pardos, brillando apasionados. Traspasando la pantalla y emocionándonos a tod@s. Convenciéndonos de la magia necesaria que otorga el cine y el teatro para sentirnos más humanos y vulnerables.

Un camaleónico Eduard Fernández como“Marco” deseoso de ser alguien reconocido en un mundo dónde no se reconoce a nadie realmente. Y un Manolo en “El 47”, todo humildad, conductor al volante de  los derechos igualitarios de un barrio como hay mil.

LOS INMIGRANTES -como mi padre y mis abuelos- aterrizaron en una Barcelona de sueños por hacer. Mi abuela paterna Anastasia, acabó con su marido en Torre Baró, en una corrala a la que ir, era toda una excursión dominguera para nosotros desde una ciudad que les daba la espalda.

Tant@s mag@s, duendes y hadas que me dejo en el tintero…

Sigo llenando mi saco metavérsico de emociones creativas, auténticas, del no parar de los lápices y pinceles de mi hija, patinando con colores por las aceras de la vida.

 “Músicas sin fin, vestidos al hilo de sus creadores, joyas lúcidas ellas, voces gigantemente dulces, palabras que dicen más de lo que piensas, imágenes de luz y sombras, ojos transparentes en los que te reflejas, cuerpos que hablan solos, manos modeladoras de la nada…”

EMBELLECIÉNDOLO TODO. TODO… Hasta lo más vil, incomprensible, burdo, ruin, racista, xenófobo, cruel, sanguinario, odioso, envidioso, desleal, deshonesto… Y miles de  epítetos más que chirrían de este mundo.

El ARTE, en todas sus facetas, es aquello que cuando lo reconoces en los ojos, las palabras, los gestos, los objetos, las voces, las actitudes, las composiciones, los colores, las lágrimas de los demás…Te iguala. Te baja de los altares aparentes, ficticios para darte de bruces con la realidad.

La que es. La de verdad. La que nos une.

Es lo único que tenemos para luchar contra la barbarie alienante que ya nos acompaña.

 


jueves, 19 de diciembre de 2024

“ NO CONTROLES…”


Ya no hay que controlar.

No hay que solucionar.

Perdemos pie, ya no tocamos tierra.

Se caen nuestras máscaras, las de tod@s.

LLoramos por la nostalgia de lo que fuimos.

Ser auténtic@ es nuevo, doloroso, impropio.

Perdemos el Norte porque quizás ha dejado de serlo.

Lo que estaba dormido y habíamos ocultado, implota,

Lo veíamos venir pero en nuestra superficialidad, lo ignorábamos.

Sólo nos queda fundirnos con tod@s o desaparecer.

Volver a la humanidad, a la piel, escuece.

Presencia, nada más.

Es hora.



miércoles, 27 de noviembre de 2024

“ HOTEL 33” (1era parte)


Hacía mucho tiempo que no me encaramaba sola, escaleras mecánicas arriba, hacia una de las estaciones más caóticas, desorganizadas y ruidosas de mi Barcelona natal, la de Sants.

No esperes entender nada por megafonía. Curiosamente el panel de información va cambiando a una velocidad de no veo un pijo, como si me encontrara en una matrix de Harry Potter, andén 9 ¾. La voz femenina de megafonía afónica languidece hasta acabar susurrando a los caballos, siendo los únicos podencos de mirada perdida, nosotr@s, l@s  maletistas o arrastrador@s de viajes.

Siempre llego demasiado pronto, l@s informador@s ya sabían de mi cara. Y yo preguntando, pesadaaaa, por un Express Regional Fantasma que no salía en ningún panel y, mucho menos, lo verbalizaba la voz.

- “Perdone Ud. el tren express 39871, es que ni sale ni se deja ver. Y ya se retrasa media hora, oíga.”

- “Señora, es un Express que igual ni sale de la Estación de Francia, pero si corre Ud. llega otro por la vía 12, ahora mismo”

 Y yo, cuadriculada inglesa: -“¡Pero si no es mi trennnn!

 El pobre informador que ya estaba harto: - “SeÑoraaaa, va al mismo sitioooo”

Haciéndome paso entre mis congéneres, a velocidad de hoy me rompo el menisco, llego al andén justo apelotone al final de la mecánica, tren llegando y abriendo sus puertas. ¿Tu sabes a dónde iba el susodicho? Yo tampoco. Pero subo a un vagón desértico, cuando la gente apelotonada no mueve un tobillo.

Inicia su marcha, no sé si para adelante o para atrás y tampoco sé si va para Valencia o para Girona. Osea,” Los que se van a perder te saludan🤘🏼”Lo mejor: hay otra joven lost que ha subido detrás mio, justo cuando marchamos ¡Pobre infeliz me pregunta que si vamos a Tarragona!… Yo que sé pá ónde vamos.

Pensar que soy hija de ferroviario, comiéndome todos los kilométricos de la familia, tren arriba tren abajo, años ha…. Y ahora estoy más perdida que una máquina de afeitar en casa de Chewbacca. Aposento mis reales glúteos, en dirección contraria a la de la marcha, motivo que acrecienta todavía más mi fantástica orientación. ¡Y, loado sea… Fíjate que al final veo un panel dónde indica, próxima parada Vilanova i la Geltrú! Será cuestión de ir leyendo.

¡Por fin, Sant Viçens de Calders! Pura carambola. Salvada. A partir de aquí será mi amiga Espe, cuál lazarilla, quién me guie hacia el mar.

🥴¿Es para abajo o para arriba?

 


domingo, 3 de noviembre de 2024

“ 3 DE NOVIEMBRE DE 2024”

 


Treinta años antes, en un día como hoy, la vida se abría paso entre un mar de agua uterina con una fuerza inusitada. En las entrañas de ese misterio se mezclaban la ilusión, la impaciencia, la curiosidad, la incertidumbre, el miedo y el coraje.

No sólo existían ya, nuestras huellas en este mundo de locos, desafiando al destino, sino que fruto de ello y de la magia del AMOR, llegaba un aliento incógnito a ocupar un espacio propio. Así, escalando y horadando el tiempo con situaciones nuevas, emocionantes y, a veces sobrecogedoras, de esas en las que se encoge el corazón henchido de una ternura desconocida… Tu presencia, hija de mi vida, lo llenaba todo.

Todo es todo. Momentos en los que la sorpresa rompía toda la sabiduría ancestral de hermana, cuñadas, suegra, tía abuela y demás linaje femenino de mi entorno.

Tu ya sabías decir NO, antes que mis síes. No a uno, sino a siete chupetes diferentes, creados en forma y gracia, desde el más fiable y antiguo hasta el más moderno y original. No succionabas, escupías sin miramientos cualquier silicona como si te entrenaras para el lanzamiento de huesos de oliva.

En grupo obligado de nursery, ya demostrabas maneras, levantando la morena cabecita, escudriñando todo con tus enormes ojos grises y gesto de Aquí estoy yo” e “Iros preparando”. Se escuchó de fondo, como para adentro: “Esa mueca de enfurruñada… Es que es igual que la abuela Emilia”. Ya la hemos hecho. Y seguro, pobre, era porque ver no veías más que sombras, a pesar de todo tu esfuerzo y eso ya te hacía salir de madre (nunca mejor dicho)

Creo que te he visto crecer, lápices de colores en los dedos. Grafiteáste antes que gatear: suelo, muebles, paredes, pies y todo aquello que se encontrara en tu camino. Te arrastrabas a una velocidad de mopa automática, tipo Roomba. Agradecí mil veces al inventor del denim (Levi Strauss & Co.) sus trajes de gateo (versión tirada) y al detergente Lagarto, por su existencia.

A día de hoy eres una artista renacentista que no le tose a ninguna disciplina: dibujo, grafiti, pintura, tatuaje, escultura, fotografía, escritora de relatos, cantante, interprete de instrumentos musicales que aprendes a tocar de oído… Como mi yayo Pepe, nacido en Navarrés de nuestra València adorada.

Y como señal del destino, allí vives, en un pueblo de La Canal. Has vuelto al lugar de dónde mis ancestros maternos salieron, buscando mejor vida, lejos de “la terreta”. Seguramente has cerrado un círculo de agradecimiento, tanto por parte de Germán, tu padre con sangre paterna de ese sagrado lugar, como por la mía.

Te doy las GRACIAS, Marta, por ocupar un hermoso espacio en este mundo y, especialmente, en el mío.

Te ama.

La Mamá.

 

 

 

 


sábado, 5 de octubre de 2024

“PULPO A FEIRA CON VAN GOGH”

 




 


En blanco, como la página que escribo. Sin pegar ojo. Tengo las entendederas sin las hormonas del sueño. Se han ido por peteneras. ¡Serán gamberras!

Entre el pulpo con cachelos (Can Lampazas)  y el musical “Forever Van Gogh” (Teatro Apolo, Barcelona) estoy en ascuas intrigantes de sentimientos encontrados.

El mediodía comenzó con un tráfico ensordecedor desde el Coll al Paralelo, todo acelerado. Sin ojos suficientes para tanto vehículo rodado, con sus personajillos al ataquerrr de a ver quién puede más, ocupando carriles inservibles con señales aún más inútiles. Y diréis… ¿Cómo no bajaste en “transporte púbico”? Pues por ello mesmo, porque de público no tiene nada. Y eso que mi Nissan es pequeñico y su conductor tiene ojos hasta en la calva. No, no conduzco yo. Ya no. Barna me acojona.

Acostumbrada a mi refugio de paz sin ruidos externos, bajar a Barcelona es un desafío. Un pensar y prepararme que estaría bien mezclarme con el resto de congéneres y, aunque se me tensan  los pelos del bigote viendo pasar a una abuela más abuela que yo, a toda leche por el carril del trolebus– bus- taxi- moto-  bicicleta- patinete e ilegales patines 4 ruedas… ¡Respiro fuerte y allá voy!

Copilota soy. Bizca convexa me vuelvo. Ojo izquierdo al bólido que te adelanta como si fuera un Ferrari y el ojillo derecho al motorero que no ha comido hoy, prefiriendo retrovisor a la carta. Admirable mi conductor, el muy masoca hasta sonríe diabólicamente ante tanto sentimiento competitonto. Y ahora busca parking. La chica Google dice que p’arriba. Para Monjuich. Le pones que quieres ese parking de al lado del Teatro Apolo y ella te dice que atravieses tooodass las callejas con sus cruces del Poble Sec Serratenc. Difícil contradecir al calvo, al respecto. Su móvil siemmmpre tiene razón. Pepa… ¿dónde tienes el sentido de la orientación? En las Bahamas, por descontado.

Vamos tarde. Al final atravesamos a lo bestia por en medio el Paralelo, de cabeza al susodicho parking y…. ¡ Ohh casualidad! La guardia urbana con nosotros. Al final deberemos invitarlos a pulpo con albariño sin alcohol que no es soborno sino deferencia, por nuestra parte.

En Can Lampazas, entrando a la izquierda, ya los pulpos sin su tinta nos saludan. Las 13:30 y lleno hasta la bandera. Has de reservar, si o si. ¡Qué decir! Por fin, mis ojos podrán estabilizarse y mirar victoriosos, de frente al calvo conductor de primera. Miras lo mismo así, al troceado pulpo inteligente con su sal gorda,  pimentón picante, abanderillado con sus palillos de madera y a su vera los cachelos, en su punto. Ahora ya, en mi mundo de Albariño y Sargadelos.

Yo, si bajo a Barcelona, lo hago a conciencia consciente. En esta ocasión ha sido comer y teatro de primera hora, la de los agüelic@s, para volver al trullo antes de que se desmadren los vernícolas de la noche.

Emocionad@s y lacrimos@s de principio a fin. Si habéis leído “Cartas a Theo”, pasaran delante vuestro, la desesperación de un artista, Vincent, sólo comprendido por el amor de su hermano,Theo, cuyo vínculo fue tan fuerte que diferenciaron su muerte 6 meses después, el uno del otro. Música de Ara Malikian, tecnología punta y actrices/actores bailarines de 10. Y si, la absurdez hipócrita del mercado del arte (o del hambre )queda reflejado perfectamente.

Mi aventura se ha acabado en el momento que despego mis posaderas del auto y llego, sana y salva de la vorágine barcelonina. Gracias, calvo mío, por conducir como si no hubiera un mañana.